SIETE SEÑALES DE LA SANTIFICACIÓN DE LOS SANTOS (III)

  I. LOS SANTOS ESTÁN SUJETADOS A LA PERSONA DE CRISTO 

 II. LOS SANTOS ESTÁN SATISFECHOS EN LA PRESENCIA DE CRISTO 

III. LOS SANTOS ESTÁN SATURADOS EN LOS PRECEPTOS DE CRISTO 

IV. LOS SANTOS ESTÁN SOSTENIDOS POR EL PODER DE CRISTO 

 V.  LOS SANTOS ESTÁN SIGUIENDO EL PLAN DE CRISTO 

VI. LOS SANTOS ESTÁN SEPARADOS AL PUEBLO DE CRISTO 

VII. LOS SANTOS ESTÁN SIRVIENDO LOS PROPOSITOS DE CRISTO 

Introducción: Cuando yo era un cristiano nuevo en el servicio militar estacionado en Alemania, fuí enseñado por los Navegantes, una organización que tenía la meta de discipular a los hombres estacionados allá, enseñandoles a estudiar la Biblia y guiándoles en la vida cristiana. El método que usaban era aprender las doctrinas importantes de la Biblia por medio de memorizar versículos y pasajes. Siempre he dado gracias a Dios por ese comienzo para establecerme en mi caminar con Él.

III. LOS SANTOS ESTÁN SATURADOS EN LOS PRECEPTOS DE CRISTO

Los siguientes versículos muestran la importancia de tener la Palabra de Dios muy presentes en nuestros mentes para vivir según sus mandamientos.

(Col. 3:16) “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”.

(Dt 6:6-9)  ^“6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; ⁷y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. ⁸Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; ⁹y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”.

(Sal 119:9-11) ^“9¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. ¹⁰ Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. ¹¹En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti”.

(I Jn 2:14,24) ^“14Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. . . . . ²⁴Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre”.

(II Jn 1,2) “¹El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, ²a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros”.