Friday, August 29, 2014

JUZGAD SEGÚN LOS JUICIOS DE JESÚS - DIVISIÓN V

Introducción: Estamos estudiando Mateo 7:1-12.  
“1No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. 6No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá9¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

Mi enseñanza ahora es la quinta de de siete divisiones y se trata de Mateo 7:7 y 8.  Solo falta la séptima para terminar el serie.

  I.  LA PRECAUCIÓN AL JUZGAR – Mateo 7:1-2
 II.  EL PROBLEMA AL JUZGAR – Mateo 7:3-4
III.  LA PREPARACIÓN PARA JUZGAR – Mateo 7:5
IV.  LA PROHIBICIÓN AL JUZGAR – Mateo 7:6
 V.  LA PETICIÓN ANTES DE JUZGAR – Mateo 7:7,8
VI.  LA POSDATA EN CUANTO A JUZGAR – Mateo 7:9-11
VII. LA PREEMINENCIA EN CUANTO A JUZGAR – Mateo 7:12

 V. LA PETICIÓN ANTES DE JUZGAR - Mateo 7:7, 8
 7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mt. 7:7–8).

Hoy estamos estudiando una de mis doctrinas favoritas de la Biblia, la de la oración, y en el contexto de Mateo 7:1-12, debemos orar antes de juzgar.

Como hemos visto en las Escrituras, se les manda a los cristianos juzgar para corregir. Pero recordemos que nunca hemos de juzgar para condenar ni juzgar para criticar.

Dios dice a través de su profeta Ezequiel: “17Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 18Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano” (Ez. 3:17–18).  Cuando yo era un cristiano joven, este era uno de los pasajes más citados para enseñar que los cristianos deben estar testificando a la gente que no conoce al Señor.  Pero notemos por favor que este pasaje habla de juzgar para corregir.

El Apóstol Pablo instruyó a la iglesia de Corinto que hicieran este juicio para corregir: “1De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? 3Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (I Cor. 5:1–5).  Otra vez, noten por favor que esto es juzgar para corregir.  Esto está muy claro en este pasaje.

También escribió el Apóstol a Timoteo, el cual era un pastor:  “1Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguyereprendeexhorta con toda paciencia y doctrina” (II Ti. 4:1–2).  Notemos de nuevo que aquí se nos manda  juzgar para corregir. 

Pensando en el temo de la oración, y especialmente en orar antes de juzgar, decidí apuntar los versículos que he memorizado y que he usado en el pasado en mi vida.  Aquí esta una lista de 29 pasajes: II Cr. 7:14; Job 42:10; Sal. 34:17; Sal. 55:17: Pr. 15:8; 15:29; Pr. 28:9; 28:13; Jer. 29:13; Dn. 6:10; 9:4: Mt. 6:9-12; 7:7-8; 26:41; Mr. 11:22-24; Jn. 9:31; Hch. 6:4; Ro. 8:26; 12:12; Fil. 1:9-11; 4:6-7; I Ts. 5:17; I Ti. 2:8; Tit. 5:17; Stg. 1:5; 4:3; 5:13: 5:16-18; I Jn. 5:14-15.

Hay muchos, pero muchos, pasajes buenísimos en cuanto a la oración, pero quiero darles siete de mis versículos de memoria sobre este tema tan importante:

(Mt. 6:9-13) “9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntadcomo en el cieloasí también en la tierra11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén” (Mt. 6:9-13).

(Stg. 1:5)  “5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

(Stg. 4:3) “3Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.

(Stg. 5:16–18) “16Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho17Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto”.

(Fil. 1:9–11)  “9Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios”.

(2 Cr. 7:14  “14Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

Ahora miremos a uno de mis favoritos pasajes tratando de la doctrina de la oración7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mt. 7:7–8).  Noten que Jesús dice la misma cosa dos veces de manera distinta.  Parece que Él quería que notaramos con cuidado la importancia de lo que dice.
He usado estos versículos miles de veces cuando estaba orando, y me temo que generalmente los uso fuera del contexto de orar antes de juzgar. Pero muchas veces el Señor usa mis oraciones de todos modos porque en su soberanía y misericordia Él vio las intenciones de mi corazón. 

Toda vía no he terminado este estudio sobre orar antes de juzgar porque quiero estar mas seguro en cuanto a la mejor interpretación de estos dos grandes versículos sobre la oración.  Aquí están de nuevo, y pensemos en ellos esta vez en el contexto:

(Mt. 7:7–8) “7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.

Vemos tres órdenes distintos:
A. Pedid, y se os dará” - Mt. 7:7a
B. “Buscad, y hallaréis” - Mt. 7:7b
C. “Llamad, y se os abrirá” - Mt. 7:7c

Unos piensan que estos tres términos son paralelos y que solo se repitan para hacer énfasis.  Yo los veo como definitivamente progresivos. 
1. Pedir = deseo – Mt. 7:8a.  Unos dicen que este término se refiere a querer ansiosamente.
2. Buscar = determinación – Mt. 7:8b.  Esto quiere decir que la persona que tiene el deseo ha comenzado a hacer cosas para obtener lo que piden.  La idea principal es ser activo.
3. Llamar = destinación – Mt. 7:8c.  Ahora la persona está llamando a la puerta del cielo, la puerta será abierta, y habrá una relación personal con el Proveedor.

A mí me parece que los términos no son solamente figurados, pero en un sentido literal.  Los primeros dos se entienden fácilmente—pedir quiere decir querer, buscar significa ponerse en acción para conseguir lo querido.  Hemos de pedirle a Dios que está en el cielo.  Para llamar a la puerta, uno tiene que haber llegado a su destinación.  Por supuesto no sería posible llamar literalmente a la puerta del cielo.

Como estos mandamientos están en el contexto de juzgar juicios justos, que el Señor daba para corregir las costumbres de los líderes judíos, sus oyentes pueden haber tenido en mente la puerta de la sinagoga o el portón a la entrada de la ciudad.  A la entrada de la ciudad se sentaban los oficiales para juzgar problemas cívicos y políticos. En la sinagoga trataban asuntos religiosos. Se me hace que Jesús pudo estar hablando de una puerta literal en el contexto de juzgar.  Entonces posiblemente Él tendría en mente la puerta de la iglesia.  Esto cabe con muchos de los requisitos para arreglar desacuerdos en la congregación.  En otras palabras, antes de juzgar en ciertas situaciones, uno debe pedir que la iglesia ore y dé consejos en cuanto al asunto.  A mí me gustaría interpretar estos versículos así, pero no estoy seguro que puedo respaldar mi interpretación con citas bíblicas.  La idea es cierta aunque este pasaje lo enseñe o no.  Me gustaría oír sus opiniones.