Friday, April 11, 2014

JUZGAD SEGÚN LOS JUICIOS DE JESÚS

Introducción: Estamos estudiando Mateo 7:1-12.  En versículos 3 & 4 Jesús enseña en cuanto al problema que surge cuando una persona juzga incorrectamente.  (Mi enseñanza de este pasaje tiene siete divisiones.  Aquí está la segunda.)


II. EL PROBLEMA AL JUZGAR – Mateo 7:3-4
3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (7:3-4).

Un ejemplo moderno del principio que Jesús ilustra aquí es el político rico que riega sus espaciosas jardines con regularidad, pero espera que la gente corriente conserve el agua, no dejando que chorrea de la llave mientras limpien los dientes.  O él que viaja por dondequiera en su avión reactor pero critica a la gente que compra vehículos de ocho cilindros porque usan mucha gasolina.

Recordemos que Cristo dirigió este relato a hermanos de Israel, no hermanos de la iglesia. Pero sí se puede aplicar—mejor dicho se debe aplicar— los principios a esta época de la iglesia.

Otra vez, aquí esta el texto:  “3¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mt 7:3-4).

Jesús habla aquí del problema del pecado, no el problema de la vista.  Usa un hipérbole que atrae la atención.  Sus oyentes judíos entenderían y apreciarían esta ilustración.

El problema es lo siguiente:  El hombre con una astilla de un poste en su oyó cree que ve suficiente bien para quitar del ojo de la otra persona un pedacito de paja que ni es visible.  Un buen comentario sobre estos versículos se halla en la parábola del fariseo y el publicano en Lucas 18:9-14.

9A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc 18:9-14).

A. El Pecador hipócrita
El problema del pecador hipócrita es que es santurrón.  Siempre cree que está en lo correcto, juzgando por sus propios tradiciones.   Es religioso en su propia religión.

El fariseo en la parábola piensa que él está bien con Dios y que no tiene pecado.  Así es que se siente libre para criticar al publicano por los pecados que ve en su vida.

B.  El Pecador honesto
 El pecador honesto se juzga a si mismo.  Se siente humilde, reconociendo que es pecador y que necesita la misericordia de Dios para ser salvo.  No depende de su propia rectitud.  Jesús hace un comentario especial en cuanto al pecador honesto.  Dice,  “Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc 18:14).   

Solamente un pecador honesto puede ser salvo.  El Señor enfatiza esto en la parábola del sembrador en Lucas 8:15:  “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto [honesto] retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”.

Aplicando la parábola del fariseo y el publicano a cristianos, muchos buenos comentaristas bíblicos citan la ilustración de David y Betsabé en 2 Samuel 12:1-7:

1Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. 7Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl” (2 Sam 12:1-7).

(Se continuará—Seguirá la división III)


5 comments:

  1. gracias por sus enseñanzas Hno. Hal que sirven para reflexionar en cuanto a mi vida, las cosas que debo cambiar y pues se quedo muy interesante...

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  2. Precisamente en estos días he estado meditando sobre este pasaje, y me sorprende de como existen personas que piensan que no se debe Juzgar, incluso con frecuencia escucho decir: "El que esté libre de pecado que sea el primero en aventar la piedra" Y esta enseñanza ha sido de bendición porque en este pasaje de Mateo 7:1-12 podemos encontrar los principios para JUZGAD SEGÚN LOS JUICIOS DE JESÚS. Muchas gracias hermano Hal por compartir estas enseñanzas, que Dios siga bendiciendo su ministerio.

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  3. muy bonita enseñanza hermano Hal
    en este bosquejo aprendí la importancia de no jugar incorrectamente,
    si voy a exhortar al hermano primero debo cerciorarme que no tenga yo tambien ese pecado, y por lo que veo es facil que me equivoque al juzgar.
    El mismo rey David vio la paja en el ojo del hombre que el profeta Natan describia y lo juzgo sin antes quitar la viga que el tenia, aunque los dos hombres eran el mismo, el jamas vio su pecado hasta que lo vio reflejado en otra pesona.
    Esto me recuerda 1 Corintios 11:31 y 2 Corintios 13:5
    hay muchas cosas que debo aprender, debo aprender a examinarme y a juzgar correctamente.
    oren por mi.
    Dios les bendiga

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  4. Gracias por la enseñanza. Estoy de acuerdo con Samuel en que debo aprender a examinarme primeramente, debo hacerlo correcta y bibilicamente. Y con tristeza me he dado cuenta que muchas veces he caido en hacer juicios apresurados o ser muy fuerte en mi critica a otros...pero y que de mi. Es mi oracion y deseo como dice Salmos 139:23-24 y Proverbios 3:5-6. Gracias nuevamente por esta enseñanza y exhortacion.

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  5. Hola!
    gracias hermano Hal por esta enseñanza que me ayuda a pensar acerca de mi vida y reflexionar en ciertos aspectos de ella y uno de ellos es que no debo juzgar incorrectamente y que lo que debo de hacer antes de juzgar a alguien es examinarme primero a mi misma, muchas veces me equivoco cuando juzgo a las personas y tomo juicios sin antes ponernos a reflexionar a cerca de ello, me muestra que debo cambiar en mi vida y me enseña donde debo detenerme a pensar acerca de mi vida, me enseña que debo juzgar segun los juicios de Jesus y para mi son de bendicion estas enseñanzas, espero la continuacion :) ,oren por mi

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