Saturday, May 24, 2014

JUZGAD SEGÚN LOS JUICIOS DE JESÚS

Introducción: Estamos estudiando Mateo 7:1-12.  En versículos 3 & 4 Jesús enseña en cuanto al problema que surge cuando una persona juzga incorrectamente.  (Mi enseñanza de este pasaje tiene siete divisiones.  Aquí tenemos la tercera.)

 I. LA PRECAUCIÓN AL JUZGAR - Mateo 7:1-2
 II. EL PROBLEMA AL JUZGAR – Mateo 7:3-4

III. LA PREPARACIÓN PARA JUZGAR - Mateo 7:5
“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (7:5).

Oremos y procedamos a prepararnos para juzgar.

Mire arriba y lea otra vez Mateo 7:5.

Aquí en Mateo 7:5 Jesús mismo da dos mandamientos.  El primero: “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo”, y el segundo: “ENTONCES verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Nótese por favor que si este hipócrita obedece el primer mandamiento, después, toda vía debe obedecer el segundo.  Cristo dice muy específicamente que la persona debe recordar que ya que ha juzgado al otro que tiene la mota en su ojo, debe ayudarle a corregir su problema.  (Esto se llama juicio para corregir.)

Jesús le  llama a este hombre hipócrita.  Un hipócrita es una persona que se cree justo y santo.  Él se hace juez y justificador.  Este hipócrita es ciego en cuanto a sus propios pecados. 

Pero el hipócrita cree que ve espiritualmente.  El hipócrita cree que sabe todo en cuanto a Dios y su voluntad.

Durante el ministerio de Jesús aquí en la tierra, Él escogió y entrenó a doce apóstoles para continuar su trabajo después de que el fuera crucificado, y resucitado, y ascendiera al cielo.  Pero también había apóstoles falsos aun cuando estaba Jesús aquí.  Las señales de la autoridad apostólica están en 2 Corintios 12:12:Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros. (Cf. Mt. 7:22-23; Hch. 2:22; He. 1:3,4).

Para mí el colmo de la hipocresía se halla en Mateo 7:22-23: “22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.

Estos hipócritas se autonombraron apóstoles de Jesús, y hasta hicieron las tres señales de un apóstol.  Pensaban que podían discutir con EL JUEZ DE JUEZES en el juicio del gran trono blanco.  Increíble, ¿verdad?

En Lucas 18:9-14 Jesús da esta parábola acerca de dos personas que fueron al templo a orar:
9A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

Hay muchas cosas interesantes en cuanto a la oración en esta parábola, pero quiero hacer hincapié ahorita en que este fariseo es un hipócrita.  Su actitud es muy mala hacia Dios y hacia los hombres, pero está completamente cegado por su pecaminosidad.  Y cuando el fariseo piensa en el publicano, no lo considera digno de mencionarlo por nombre.  Pensó que era tan despreciable que Dios no lo perdonaría.  Sabemos que los publicanos fueron considerados los peores de todos los judíos.  La gente pensaba que era traidor a Dios y a la nación de Israel porque cobraba impuestos de los judíos para Roma, y a lo mejor cobraba más de lo que debía.  Pero vemos que este publicano se arrepintió y humildemente pidió la misericordia de Dios.  No tenemos que adivinar cual de los dos fue justificado porque Dios dice--¡fue el publicano!

Fijémonos otra vez lo que dijo Jesús en cuanto al publicano que se arrepintió: “Os digo que éste descendió a su casa justificado” (Lc. 18:14a).   ¿Qué pensarían su esposa y su familia cuando él regresó en la tarde a sa casa como nueva criatura en Cristo?

Ahora vamos a ver otra vez a Mateo 7:5: “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.   Recuerden que Jesús mismo le llama a este hombre hipócrita.  Un hipócrita es uno que desempeña un papel, pretende ser algo que no es. 

Jesús es el único que llama hipócrita a otra persona en la Biblia.  (Cf. Mt. 6:2; 6:5; 6:16; 7:5; 15:7; 16:3; 22:18; 23:13, 14, 15, 25, 27, 29; 25:41)   El apóstol Pablo usa la palabra “hipocresía” una vez en 1 Timoteo 4:2, y Santiago la usa una vez en Santiago 3:17.

En Mateo 6:2, Cristo dijo: “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. (Cf. Mt. 6:5 y 6:16)

¡Piénsenlo!  Los hipócritas no tienen que esperar llegar a su destino final para tener su recompensa: “Ya tienen su recompensa”.

La última vez en Mateo en que Jesús se refiere al hipócrita es en Mateo 24:51: “Y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Según los otros pasajes en el Nuevo Testamento, parece que los hipócritas tienen poca esperanza de ir al cielo.  PERO en Mateo7:5 (“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”) sí hay esperanza si él se prepara arrepintiéndose.  Y después que se arrepienta, debe sacar la mota del ojo de su hermano.  ENTONCES podrá juzgar correctamente a su hermano para que se corrija. 

Sería incompleta una enseñanza sobre Mateo 7:5  (“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”) sin explicar la preparación necesaria para que un fariseo (o un hipócrita) entienda que es ciego y necesita recibir ayuda espiritual.  Esta preparación que necesita el fariseo para entender la magnitud de su pecado es ilustrada en la vida del Rey David en el Salmo 51.  Quiero terminar esta enseñanza acerca de la preparación necesaria para juzgar viendo este pasaje.

Piensen en cual es la aplicación para nosotros de la enseñanza de Mateo 7:5.  Para los que están estudiando este pasaje conmigo, sería bueno leer Salmo 51 cuando tiene tiempo.  Pondré en la próxima enseñanza en el blog algo de como debemos aplicar La Preparación para Juzgar hallado en Mateo 7:5.




4 comments:

  1. Hola, mi muy estimado hermano Hal y su amada esposa y familia e iglesia. muy agradecida con sus enseñanzas. En mateo 7:5 Me enseño sobre el delicado tema de juzgar. No juzgar incorrectamente.... Necesito tener precaución al juzgar para no tener problemas. 1ra instrucción sacar mi propia paja, 2da instrucción ver el problema y ayudar. Mateo 7 ,22: - 23 me enseña del colmo de la hipocresía y no lo había visto así gracias por su enseñanza. juicio correctos según los juicios de Jesús.

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  2. Hola hermano Hal
    les doy las gracias por que ha continuado con esta enseñanza que me ha ayudado mucho y me ha permitido aprender y entender muchas cosas, me enseña que no debo juzgar incorrectamente y que si voy a juzgar debo de tener cuidado y primero examinarme yo misma, me ha enseñado que primero debo de sacar mi propia paja y asi despues podre ayudar a mi hermano, muchas gracias hermano Hal por todas sus enseñanzas. Dios les bendiga enormemente

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  3. Hola,entiendo que primero debo de estar clara en mi hubicacion espiritual. Dejar de ser hipocrita para sacar la viga de mi ojo,y despues ayudar a mi hermano con su paja, y poder los dlos dos hacer la voluntad de Dios

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  4. Hola buen dia
    es una bonita eseñanza, segun lo que aprendi me doy cuentta que es muy peligroso que alguien sea hipocrita porque al final tendra un castigo eterno si no se arrepiente, aun asi como cualquier otro pecador tambien tiene esperanza de volverse de su vida pecaminosa.
    me parece interesante que cuando alguien quiere corregir a otra persona de su pecado primero y antes que todo tiene que corregirse a si mismo para despues poder ayudar a los demas, antes de corregir al hermano debo de juzgarme a mi mismo, no es tan facil como parece porque siempre es mas facil ver los defectos de los demas, por eso Dios nos pide que nos examinemos a nosotros mismos.
    es una gran enseñanza
    por favor oren por mi y mi crecimiento espiritual, que a pesar de lo dificil de la vida cristiana pueda seguir adelante y servir a Dios
    Dios les bendiga
    saludos

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