LA TEOLOGÍA DEL TEMOR

Divisiónes II y III

 II. LO ESTIMABLE DEL TEMOR DE DIOS – Is. 33:6

III. EL ESCOGIMIENTO DEL TEMOR DE DIOS – Prov. 1:29

IV. LA ENSEÑANZA DEL TEMOR DE DIOS – Ps. 34:11

 V. EL EJERCICIO EN EL TEMOR DE DIOS – Hch 9:31

VI. LA EXHORTACIÓN A TEMER A DIOS – Mat. 10:28

VII. EL EJEMPLO DEL TEMOR DE DIOS – Is. 11:1-3

II. LO ESTIMABLE DEL TEMOR DE DIOS

Uno no llega a tener el temor de Dios automáticamente.  Si no lo valora mucho, no lo buscará. 

“¹Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, ²Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, ³Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; ⁴Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, ⁵Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios” (Pr. 2:1-5).

“Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro” (Is. 33:6).

Cuando pienso en valorar el temor de Dios o el tesoro de Dios, viene a mi mente inmediatamente la parábola del tesoro escondido.  Esta parábola siempre ha sido muy clara para mi:  “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo” (Mt. 13:44).

III. LA ELECCIÓN DEL TEMOR DE DIOS

Otra vez, el temor de Jehová no viene automáticamente.  Una persona necesita escogerlo, entendiendo su importancia para la vida cristiana aquí en la tierra.

“Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová” (Pr. 1:29).

“Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre” (Sal. 86:11). 

Este es uno de los versículos más claros que explica cuanto quiso David experimentar el temor de Dios en su vida.  El menciona tres cosas: 1) Su deseo aprender el camino de Dios, 2) Su deseo de andar en el camino de Dios, 3) Su deseo de afirmarse en la comunión de Dios.

Cada persona tiene que escoger si va a seguir a Dios o ir otra dirección.  Aquí hay dos ejemplos de las Escrituras:

“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”  (Jos. 24:15).

 

“²⁴Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, ²⁵escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado” (He. 11:24-25).

Unos enseñan que se puede escoger a Cristo como su Salvador y rechazarlo como su Señor, pero esta idea no está en la Biblia.  En Colosenses 2:6–7 leemos: “⁶Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; ⁷arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”.

Dicen, “Ven a Cristo tal como estás.”  Es cierto que se puede venir tal como estás, pero no se puede quedar tal como estás.  Cristo cambia a cada persona que Él acepta.  Leemos en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

Tenemos una bella ilustración de lo que quiere decir escoger a Dios y su camino en el libro de Rut.  Después de que murieron el esposo y los hijos de Noemí, ella escogió regresar a su tierra de Judá.  Dijo a sus nueras que se quedaran atrás.  Orfa escogió quedar en Moab, pero Ruth por su propia voluntad escogió ir a la tierra de Dios con su suegra.  Leemos en Rut 1:15-18: “¹⁵ Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.¹⁶ Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.¹⁷ Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.¹⁸ Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más”.