LA SALVACIÓN Y LA SANTIFICACIÓN DE LOS SANTOS

Recordatorio: Los proverbios 1) expresan lo ideal y 2) expresan verdades generales.  Véase arriba UN PROYECTO EN PROVERBIOS para la introducción a los estudios del mes de noviembre.

Proverbios 16:6

“Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal”.

La primera parte del versículo habla de la salvación y la segunda parte de la santificación.   

1) La propiciación por el pecado – Proverbios 16:6a

“Con misericordia y verdad se corrige el pecado” (16:6a).

Otras traducciones de la Biblia traducen la palabra “corrige” como perdonar, expiar, o propiciar.  Por ejemplo, La Biblia de las Américas (LBLA) traduce así el versículo: “Con misericordia y verdad se expía la culpa, y con el temor del Señor el hombre se aparta del mal”.  Un sinónimo de expiación es propiciación.”  

A la mayoría de la gente, no les parece que su pecado personal es muy malo--no suficiente para mandarles al infierno.  Pero Santiago dice: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos” (Stg 2:10).

Un pecador no puede reformarse hasta el punto de ser recto.  Si puede cambiar unos hábitos, pero otros, quizás peores, empiezan a controlar su vida. El pecador no necesita reforma, sino redención.  Solamente Cristo hace esto por la propiciación.  Cristo paga todo para el pecador.

Conocí a un joven que fue expulsado de un buen seminario bíblico.  Lo mandaron a vivir aquí en el Valle del Rio Grande para asistir a nuestra iglesia.  El presidente del seminario pensó que nosotros le podríamos ayudar a ver sus errores. 

Un día le pregunté al joven si le gustaría que el Señor le quitara los pecados.  El dijo, ¡No!  ¡De ninguna manera quiero que me los quite!  Yo amo mis pecados”.  Esto me asombró.  Entonces le pregunté cuales pecados eran que amaba tanto que no quería dejarlos.  Los que me dijo fueron cosas muy asombrantes. 

Había pasado tiempo en la prisión antes de que hiciera “una profesión de fe” y fue a estudiar en el seminario.  Le pregunté porque había estado en la prisión.  Me dijo que por cinco felonías.  En realidad, antes de oír su explicación yo no había entendido exactamente que era una felonía.  Le pregunté entonces si creía que había infierno y dijo que si.  Le pregunté, pues, quienes creía él que iban al infierno.  Pensó un momento y respondió que posiblemente los asesinos.

La propiciación de los pecados es lo que obtuvimos como un don gratis por la misericordia de Dios.  Veamos unos versículos:

(Ro 3:25) “A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”.

(1 Jn 2:2) “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.

(1 Jn 4:10) “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.

2) La protección para el piadoso – Proverbios 16:6b

“Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal” (16:6b).

¡Qué buen consejo para la persona que no quiere pecar!  El temor de Dios nos protege de pecados y errores.  El salmista dijo, “Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos” (Sal 119:10).

El joven que mencioné arriba no tenía la propiciación que está solamente en Cristo. Él quería ser salvo sin que Dios le quitara los pecados.  ¿Qué le parece?  Él dijo que oraba todas las noches que Dios le llevara al cielo si se muriera.  Un joven amigo cristiano le oyó decir eso, y le preguntó  porque no oraba mejor en la mañana que Dios le ayudara a no pecar.  No quiso contestar.  Él pensó que era cristiano, pero amaba sus pecados, y no podía dormir de noche.  Parece que tenía temor al infierno aunque decía que no.  Pero en realidad no tenía el temor de Jehová.